miércoles, 4 de noviembre de 2009

CARTA A LARRAONDO

Larraondo,

Parásito pestilente, aquel día le cedí también los círculos del paraíso. Denso el espacio, petrificado poco a poco con cada una de sus palabras... Casí me asfixia ¿Recuerda? ¿Cómo explicarle qué nunca estuve allí realmente, qué yo entraba en el recuerdo cruzando el umbral, para detener el instante y vivirlo intensamente una y otra vez, que caminaba con esa mezcla de euforia del momento y nostalgía en la memoria.

No Larraondo, yo nunca estuve completamente allí en donde estuve... ¿Pero comprendieron sus ojos de perro servil hacia donde apuntaba mi mirada?

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